domingo, 12 de julio de 2009

ESSA BAJAGA


El miércoles conocí a Jesús. Lo trajo Sandra, una barcelonesa que va a quedarse por aquí una temporadita y con la que he estado en contacto desde que nos conocimos hace unos meses. Estuvimos en el Sunshine hablando un rato y después en el Lama Lama, con Joana –otra española de vacaciones– y nuestros amigos o parejas, Lamin, Pa, Seydou… En medio del escándalo de Fireman y sus Dj’s pudimos conversar todos un poco e intercambiar experiencias…
Jesús es un cooperante de Lleida que lleva viviendo en Baja Kunda nueve meses, donde lo han “bautizado” con el nombre de Essa Bajaga. La aldea está en un sitio muy remoto, cerca de la frontera con Senegal, y él causó mi admiración, no sólo por su dedicación al proyecto que están llevando a cabo, sino por su adaptación a la vida local –no tiene electricidad y el agua la trae del pozo– y su convencimiento de quedarse en el pueblo por muchos años más…
La vida aquí no es fácil. Los que llevamos mucho tiempo sin viajar a Europa pasamos desconsuelo de muchas cosas (¡ay, la comida española, los productos de allá!, se nos hacía la boca agua hablando de comiditas ricas…), pero quedarse allí, en Baja Kunda o cualquiera de las aldeas interiores, es muy difícil y tiene mucho mérito… Él aprovecha las escapadas a la capital para darse algún caprichito y salir de la rutina diaria. Y así lo conocí por casualidad cuando tuvo que venir esta semana…
Antes de despedirnos me dejó la dirección de su blog http://cooperantebajakunda.blogspot.com/ y, después de visitarlo –aunque aún no he tenido tiempo de leer todas las entradas– mi admiración y curiosidad inicial han ido en aumento, porque Jesús cuenta las cosas de una manera muy personal. Me ha gustado mucho ir leyendo sus impresiones sobre la vida local, sobre sus experiencias, y advertir los cambios que se han ido produciendo paulatinamente en su propia persona… ¡Me ha encantado, Jesús!

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